Salud pública, un baluarte de nuestro país que debemos defender

 Salud pública, un baluarte de nuestro país que debemos defender


El sistema público de salud es el garante de la atención médica de toda la población sin ningún tipo de distinción. En la CABA más allá de las debilidades y las crisis, con el sostén de los trabajadores, hospitales públicos y centros de salud brindan atención de calidad bajo los principios de equidad, universalidad y oportunidad

El sistema público de salud en Argentina tiene una tradición que lo ubica como un ejemplo en la Región y en el mundo porque garantiza acceso a servicios de atención, prevención y promoción de la salud, a tratamientos y medicamentos a toda la población gratuitamente. Su filosofía es la universalidad, equidad, oportunidad y calidad de la atención. Sin embargo, sabemos que muchos de estos aspectos que lo han distinguido, están desde hace décadas en crisis. Solo con una salud pública robusta y con suficientes recursos económicos y de personal se puede asegurar la igualdad y la justicia en la atención médica. Las barreras de acceso al sistema de salud afectan de forma desproporcionada a las personas que en nuestra sociedad tienen la vida más complicada y repercuten gravemente en su salud. En este sentido es necesario reforzar la atención primaria que es la puerta de entrada al sistema público de salud y controlar las amenazas contra la salud. La pandemia de COVID-19 dejó en evidencia la necesidad de contar con estructuras sanitarias y sistemas de control suficientes para hacer frente a este tipo de situación sin dejar atrás a nadie.

La Argentina y la pandemia
Un estudio publicado en la prestigiosa revista  Medscape en marzo de este año sostiene: “Argentina está entre los países que mejor manejaron la pandemia en todo Occidente”. El informe agrega que según algunos especialistas en nuestro país “lo que más ha influido en los resultados comparativos a nivel regional es la calidad de los sistemas de salud, lo que incluso trasciende el acierto o el desacierto de las medidas específicas tomadas por los gobiernos.

Aunque se tome una decisión equivocada, si el sistema de salud funciona bien lo va a cubrir. Por eso, en el largo plazo, si se fortalecen los sistemas de salud se va a soportar mejor las futuras crisis de salud que vengan”. Es decir que cuando existe un sistema de salud público amplio y con importantes índices de cobertura, es posible enfrentar una situación extraordinaria y de emergencia sanitaria.

La calidad en la atención
La definición de buena calidad de los servicios de salud es difícil de establecer. La dificultad estriba principalmente en que la calidad es un atributo del que existen diferentes conceptos de acuerdo a los intereses, costumbres y nivel educacional, entre otros factores. En salud es importante hablar de calidad porque es fundamental para lograr una cobertura universal de salud. Mejorar el acceso a los servicios de salud debe ir de la mano de aumentar la calidad y la seguridad de estos servicios, que deben ser oportunos (reducir el tiempo de espera y las demoras), equitativos (brindar una atención que no varíe en calidad por razones de edad, sexo, género, raza, etnia, ubicación geográfica, religión, situación socioeconómica, pertenencia lingüística o política),integrados (ofrecer una atención coordinada entre niveles y prestadores), accesible (a lo largo del curso de vida de las personas); y ƒeficientes (maximizar el beneficio de los recursos disponibles y evitar que se desperdicien).

Hospitales públicos y Cesac
La Argentina tiene una larga tradición de salud pública, de la que estamos orgullosos. Invertimos un presupuesto importante en salud, porque todos los argentinos compartimos que es una prioridad de la inversión del Estado. Nuestros hospitales en la ciudad de Buenos Aires se insertan históricamente, sus efectores –que en algunos casos tienen más de dos siglos de historia- se originaron por necesidades, instituciones creadoras y objetivos muy diversos a lo largo del tiempo. Por ejemplo, el Hospital Argerich surgió por el requerimiento de brindar atención a los inmigrantes, o el Hospital Pedro de Elizalde surgió para dar protección a los niños abandonados. Por mencionar solo dos ejemplos.

En años más cercanos, con el fin de generar un sistema más integrado se generaron muchos de los criterios organizativos en vigencia tales como la estrategia de Atención Primaria, las áreas programáticas y Cesac, la organización por niveles, las redes de servicios, entre otros. En la actualidad, los efectores del GCBA brindan atención a millones de personas, en especial a aquéllas sin cobertura, con prestaciones de todos los niveles y complejidades.

El recurso humano en salud es el fundamento de los sistemas de salud, cualquiera sea su modelo de organización y funcionamiento. A través de su acción, se materializa el derecho a la salud y se garantiza el acceso y la calidad de los servicios de salud. La contribución de los trabajadores de la salud es ser un factor esencial de la capacidad del sistema para asegurar el acceso equitativo a servicios de calidad a toda la población. La formación de este recurso humano es entonces otra de las prioridades. Desde las propias entidades médicas, como el Instituto para el Desarrollo Humano y la Salud de la Asociación de Médicos Municipales, o la educación pública en las universidades y en nuestros hospitales por medio de las residencias, apostar a la educación es fortalecer la salud pública, también. Nuestra ciudad más allá de sus debilidades, ostenta el sistema de salud pública más extenso del país y de uno de los más importantes de Latinoamérica. Treinta y tres hospitales y cerca de cincuenta Centros de Salud, garantizan la atención a todo aquel que requiera sus servicios, sin ningún tipo de distinción. Si bien, como ya dijimos, las crisis, la desidia de los gobiernos y la ausencia de políticas públicas con continuidad, los valores que definen la salud pública están vigentes y hay que defenderlos.

Cada integrante del equipo de salud es el alma del sistema porque aporta el sentimiento, la mística y el compromiso que desde hace más de doscientos años identifican a nuestros hospitales. También, es el cuerpo porque con su trabajo diario, con el empeño y compromiso contienen y sanan a miles de personas que concurren a diario para solucionar sus problemas de salud y mejorar su calidad de vida.