No debemos naturalizar los hechos de violencia
Los Dres. Diego Slipak y Emiliano Fiumara hablan del crecimiento del número de afiliados y del trabajo que realizan a diario para dar respuesta a las diferentes problemáticas de los médicos y médicas del SAME. Destacan que contar con un espacio propio para desarrollar la tarea gremial significó un importante avance.
El Dr. Diego Slipak es médico del SAME, dermatólogo y presidente de la filial Área Técnica Sanitaria de la AMM. El Dr. Emiliano Fiumara es coordinador médico del área Prehospitalaria del SAME y secretario de la gremial. Ambos lideran la nueva conducción sindical y en diálogo con Mundo Hospitalario abordan las principales problemáticas que enfrentan a diario los y las médicas que representan, entre las que se resaltan los habituales hechos de violencia contra el equipo de salud. También, detallan los diferentes reclamos y destacan el gran avance que significa contar con una oficina gremial propia en la sede operativa del SAME.
¿Cómo impactó en la actividad de la filial el hecho de que el SAME cuente con médicos propios desde hace algunos años?
Slipak: Fue un cambio importante. Esta era una filial que estaba conformada por médicos del Área Técnica Sanitaria, del Ministerio de Salud y del SAME. En ese momento, como no había un plantel propio, la filial se conformaba aproximadamente por cien afiliados. Desde 2017, el SAME empezó a contar con médicos propios y eso generó un aumento de socios; actualmente somos casi trescientos. Potencialmente se van sumando nuevos y nuevas colegas, de hecho desde que asumimos hemos incorporado a más de cuarenta. En el SAME hay un recambio muy alto.
¿Cómo afrontan la característica particular de la dispersión de médicos en todos los hospitales?
Slipak: Para cortar esa brecha comunicacional, lo que hicimos fue redefinir la filial en todo sentido. Logramos tener una oficina propia en el edificio de la calle Monasterio y, también, una oficina anexa que está en la sede de Bolívar, que es donde se despeñan los colegas del Ministerio de Salud. Además, potenciamos los canales de comunicación, las redes y los intercambios personales.
Fiumara: El objetivo es que haya comunicación permanente con los afiliados. Siempre ante cada problemática, la idea es ir a las bases y estar conectados. De hecho, cuando hubo paro de médicos, como el SAME no puede parar, lo que hicimos fue un recorrido para acompañar a nuestros colegas en ese momento, que la verdad es muy complicado. La apertura de la comunicación es clave porque lo que queremos es que el socio se acerque y participe.
¿Qué representó la apertura de la oficina como un punto de encuentro y un ámbito para compartir?
Slipak: Es un espacio de pertenencia, un lugar, un punto de reunión. Y también es muy determinante el hecho de que siempre estamos, siempre hay alguien para recibir a la gente. Nosotros tenemos la ventaja de que pertenecemos al Departamento de Desastres e Insumos Médicos y desde ahí coordinamos a los médicos. Es verdad que al estar dispersos por diferentes lugares, los profesionales presentan problemáticas diversas. No es lo mismo trabajar en una base hospitalaria que hacerlo en una extra hospitalaria. Se viven situaciones distintas.
¿Cuáles son esas realidades que enfrentan a diario en el complejo trabajo de atender la emergencia?
Slipak: Primero, como hacemos medicina prehospitalaria vamos hacia el problema ya sea un accidente de tránsito, diferentes situaciones de violencia, entre otras demandas. Entonces lo que tenemos que tratar es que nuestros protocolos de seguridad se puedan realizar y llevar a cabo. Cualquier error dentro de la cadena del auxilio representa una complicación.
¿Cómo enfrentan desde la filial los episodios de violencia que se registran a diario en el trabajo?
Slipak: Lo que hicimos fue registrar todos los hechos que nos llegan. Lo tenemos todo estructurado y buscamos protocolizarlo con todas las instancias pertinentes. En el sentido de que toda denuncia, todo hecho de violencia que sucede, nosotros lo reclamamos. Ante cualquier situación violenta lo que recomendamos es que el médico haga la denuncia, y si eso no ocurre, automáticamente lo elevamos a los abogados de la AMM para que se haga desde el gremio. Nuestro objetivo es que no se repitan los hechos de violencia. No se deben naturalizar más porque la realidad es que son parte de la problemática que tenemos en el SAME.
Potencialmente se van sumando nuevos y nuevas colegas a la filial, de hecho desde que asumimos hemos incorporado a más de cuarenta
¿Y podríamos decir que hay zonas más peligrosas que otras?
Slipak: A veces no tiene que ver con la ubicación sino con la problemática del auxilio. Hoy por hoy los auxilios de intoxicaciones, de tipo psiquiátrico, de convivencia, son casos que se dan muy frecuentemente en cualquier entorno. Entonces, podemos ir a hacer un auxilio en el área del Hospital Fernández y nos encontramos con una situación de agresión. En la Villa 31 tenemos un destacamento con un móvil que cuenta con personal policial y a veces la problemática no pasa necesariamente ahí, te pasa en un auxilio en pleno Barrio Norte.
¿Qué otro tipo de reclamos persiguen?
Fiumara: Muchas veces el médico se expone a espacios que no están bien equipados. Por lo tanto, los lugares tienen que estar en las mejores condiciones. Desde la filial, identificamos varios factores que son agresivos contra nuestros colegas: es muy hostil el trabajo y es hostil a veces la permanencia en el hospital. Se producen dificultades de convivencia entre pares, dificultades con la interacción entre la guardia, hay muchas variables. Entonces lo que hicimos fue identificar la problemática y tratar de disminuir esas brechas, de optimizar esas situaciones para que la coexistencia sea adecuada.
¿Y frente a esta realidad tan complicada qué pasa con los médicos?
Slipak: Tenemos una fuga considerable de profesionales. Los médicos se van por los hechos de violencia, la forma de trabajo, porque se sienten más contenidos en una guardia o en otros empleos. Eso es parte de lo que nosotros tratamos de mejorar desde el gremio, reformar el tema de la estructura. ¿Por qué? Porque sin crecimiento, el médico se va. Le tenemos que dar capacitación, le tenemos que brindar la posibilidad de un crecimiento personal.
¿Qué se puede plantear desde la filial para evitar esta realidad?
Fiumara: Muchas veces el médico se expone a espacios que no están bien equipados. Por lo tanto, los lugares tienen que estar en las mejores condiciones. Desde la filial, identificamos varios factores que son agresivos contra nuestros colegas: es muy hostil el trabajo y es hostil a veces la permanencia en el hospital. Se producen dificultades de convivencia entre pares, dificultades con la interacción entre la guardia, hay muchas variables. Entonces lo que hicimos fue identificar la problemática y tratar de disminuir esas brechas, de optimizar esas situaciones para que la coexistencia sea adecuada.
¿Y frente a esta realidad tan complicada qué pasa con los médicos?
Slipak: Tenemos una fuga considerable de profesionales. Los médicos se van por los hechos de violencia, la forma de trabajo, porque se sienten más contenidos en una guardia o en otros empleos. Eso es parte de lo que nosotros tratamos de mejorar desde el gremio, reformar el tema de la estructura. ¿Por qué? Porque sin crecimiento, el médico se va. Le tenemos que dar capacitación, le tenemos que brindar la posibilidad de un crecimiento personal.
¿Qué se puede plantear desde la filial para evitar esta realidad?
Fiumara: Tenemos que trabajar más intensamente con las bases y eso es lo que estamos haciendo. Hicimos un relevamiento de todos los lugares hospitalarios y su problemática. Para este relevamiento, fuimos a todas las bases y consultamos cuáles eran las necesidades. Lógicamente hay cosas que podemos resolver nosotros y otras que no. Por lo tanto, elevamos los reclamos necesarios para que todos los espacios cuenten con las condiciones más óptimas. De esa manera buscamos que el que esté en zona Norte tenga las mismas condiciones para trabajar que el colega que está en zona Sur.
Hoy por hoy los auxilios de intoxicaciones, de tipo
psiquiátrico, de convivencia, son casos que se dan muy frecuentemente en cualquier entorno